lunes, 26 de mayo de 2014

DIME


Dime

Te tengo toda entera pero no te tengo nada.
Estás dormida en mí pero nunca estás presente.
Transitas radiante la avenida diferente
del hechizo grato y fugaz en tu oculta mirada.

Te veo tras un pórtico guardián de las piscinas
fatuas que tejen en la razón la fantasía,
fábula de líquido divino, alegoría
en la que tras aquél nadan ansiosas las ondinas.

Así las imagino yo, en el amor sedientas,
como si juntas pudiesen fraguarse en lo sublime
por convertirse en esa pasión con que me tientas.

Tiéntame a derribar el atrio tras el que se esconde
la ninfa que siempre está, siempre, pero responde,
dime cuando, cómo, de qué manera, dónde... dime.

jueves, 22 de mayo de 2014

DETENTE


Detente

Como abejas que inflaman mi colmena
de esperanzas, delirios y suspiros,
y entre luces, cual canto de zafiros
luminosos, el alma se me llena.

Como el aire, que siempre en movimiento,
escribe con su aliento de frescura
la sencilla y airosa partitura
que escucha el corazón y canta el viento.

Como olas devoradas por la espuma
que desvelan el sueño flameante
de vivir para siempre cada instante
hasta el bajío que al azul esfuma.

Como palomas de alas mensajeras
que buscan otro destino diluido
en su instinto sutil, sexto sentido
que las vuelve volantes hechiceras.

Como flor que ofreciendo sus indicios
de colores al valle o la pradera,
donde el tallo nervudo se atrinchera
en vegas, sendas, como precipicios.

Como nubes, celestes peregrinas
de lánguidas e inquietas andaduras,
que bogan las etéreas alburas
al amparo de turbias bambalinas. 
 
Como faros de luz divagadora
ataviados de guiños inconstantes
no son de mañana, de ayer ni de antes,
pues su gesto veraz es el ahora.

Lo mismo que abejas, aire, olas, flores,
igual que nubes, faros o palomas,
a mi puerta llamas y luego asomas
vestida de candor y de rubores.

Enredada en un tul que transparente
me convida a ver, falsa celosía,
te llamo y te sugiero “ven, sé mía,
cruza el umbral, acércate y detente.”



lunes, 19 de mayo de 2014

DESPUÉS SERÁ UNA GÓNDOLA



Después será una góndola

Después será una góndola la que nos pasee
sobre el agua romántica, púdica, aquietada
que desde hoy para siempre al amor en la alborada
lo escribe en los canales y entre luces lo lee.

También bajo un puente taciturno y hechicero
que aturde la barca paliando el vaho en la luna
se adornará un beso; y habrá una voz, tan sólo una,
barcarola que vibrante entone el gondolero.

Mas, antes, será el tiempo quien muestre los parajes
que imantan ilusiones dormidas en telares
que bordan de colores y formas singulares
pasiones que sugieren impúdicos encajes.

Con la esperanza envuelta en cautivador pañuelo
nuestras manos se abrirán mostrándose algún día
donde unas gotas de mar ha de tener la mía,
y en la tuya lucirán mil pedazos de cielo.

viernes, 16 de mayo de 2014

DESNUDEZ TRAS EL ESPEJO


Desnudez tras el espejo.

Contémplate en el espejo
y dime, mujer hermosa,
si alguna mirada airosa
no se advierte en su reflejo.
Gira el cuello, y de reojo
observa y mira una vez
que habiendo nieve en tu tez
en tu mejilla hay sonrojo.
Apaga la luz, convida,
porque tu contorno bogue
radiante tras el azogue,
a la otra luna, encendida.
Que se regale la noche
sobre tu torso desnudo,
que cante tu cuerpo, mudo,
y tu pudor desabroche.
Que se adornen los cristales
en ese tu pecho, erguido,
que latido tras latido
simula ansiosos puñales.
Mira el reflejo, delira,
cuanto ves se transfigura,
pues más que ver tu figura
es ella la que te mira.
Y ese reflejo convida
al brindis de ardiente copa
por ese cuerpo sin ropa
en esa alma desvestida.

miércoles, 7 de mayo de 2014

CUPIDO


Cupido

No advertí que rondase ese ángel mi alma tranquila y durmiente
ni revolotease así mirándome el pecho y la frente.
El son de unas alas vestidas de algo perdido de mí,
fue enamorado por todo el entorno, menos por mi oído,
al que un aviso fragante de plumas, como un colibrí,
estando despierto, un leve sigilo lo mostró dormido.
Fue tal la quietud de las flechas cautas dentro de la aljaba
que no vi dos que Cupido, preciso, hacia mí disparaba.

El infante con alas que porta un arco encantado en la mano
tardó en encontrarme con su dardo hiriente, sutil y profano.
El niño prodigio que tensa la liana embrujada, buscando
donde envenenar de amores con certera y fúlgida saeta,
subido a galope en el tiempo perdido se me fue acercando
ondulante y travieso igual que la cola de una ágil cometa.
Pasé de largo, sin notar la primera flecha que me hería,
víctima de un celestial pulso y de una divina puntería.

Se introdujo en mi mente distraída aquel raudo y furtivo disparo
que condujo el alma sedada al destino cierto de su desamparo.
Y el rincón del sentimiento quedó entonces franco, abierto y expedito
con la ventana entornada al paso del amor, recién invitadora
a la ternura inextinguible flechada por el ímpetu del mito
que del espíritu se adueña eternamente, benévola traidora.
Tras esa flecha primero, que ni gota de sangre hizo que vertiese
su púa en la frente, quise que mi alma agostada se reverdeciese.

El segundo disparo,cálido y veloz, a pleno corazón fue dirigido
con grata punción untada de oro y miel, rejoneando su impávido latido.
El impacto generoso, transformado ahora en plácida y rítmica locura,
convidó al crepúsculo a desear tornarse amanecer la próxima mañana
y al atraque postrero de la nao transformarlo en repetida singladura.
Es Cupido el culpable si por cada suspiro que arrojas mi pecho se imana
y, también, tiene culpa de que mis anhelos busquen tras tu afán, otro camino,
pues clavó sus flechas vestidas de ese grande amor con que desde ya me ilumino.

Dos solos flechazos, áureos, tramados por ese diferente querubín
que, al monocorde tránsito de mi postrera caminata, le pusieron fin.
Y es ahora, cuando el sentido de mi marcha, atento, enamorado se extasía
ante cada nuevo amanecer que explota, luminoso, sin sueño ni quimera
gracias a un episodio, paradoja forjada al yunque de la mitología.
Mi corazón hoy ama encendido y vigoroso, tal como, ilusionado, espera
adornado por la dicha que tenaz burbujea desde la gozosa fecha,
que no sea necesario nunca más percibir en él la punta de otra flecha.

lunes, 5 de mayo de 2014

CORAZÓN DORMIDO



Corazón dormido

Eres, corazón dormido, como el aire.
Eres, sí, como el aire, corazón dormido.
Para mí tan sólo, el aire que respiro,
ese aire que, aparte de ser mío, es de nadie.

Corazón dormido tú, mi enamorada,
y, por la lejanía, corazón distante,
mas, distante y dormido, corazón que arde
prendido en una dulce llama que no apaga.

Como el aire, sí, eres serena brisa que ventila
el entorno de un vergel en el ansia que respira
de sus soplos apacibles, vaivén de terciopelos.

Como el aire, sí, mi huella necesita tu presencia
y tu aliento con un aldabonazo ante mi puerta.
Me urges como luz, corazón dormido, ya despierto.

jueves, 1 de mayo de 2014

COMO UN RELOJ DE ARENA


COMO UN RELOJ DE ARENA

Es nuestro amor como un reloj de arena
que empieza a extinguirse grano a grano,
latiendo en un compás preciso y vano
tras su drama final y su condena.

Comienza palpitante, enardecido,
posado en su recinto transparente
de frágil cristal que inquieto consiente
la pérdida del caro contenido.

Poco a poco, la arena desatiende
el hueco que se tinta de delicia
y del último grano se desprende.

Todo queda propuesto a la pericia
de invertir la pose del reloj. Pende
otra vez el amor que desperdicia.